La artrosis, enfermedad crónica degenerativa que produce la alteración destructiva de los cartílagos de las articulaciones que nos permiten el movimiento y la autonomía funcional.
La artrosis, enfermedad crónica degenerativa que produce la alteración destructiva de los cartílagos de las articulaciones que nos permiten el movimiento y la autonomía funcional. Según datos de la OMS un 28% de la población mundial mayor de 60 años la sufre y el 80% de éstos tienen limitación funcional. Se diagnostica durante el examen médico, radiografías, resonancia magnética. Cuando el cartílago articular se lesiona no se puede revertir, se genera dolor, rigidez e incapacidad funcional.
Mantenerse activo, con peso saludable y algunos tratamientos pueden retrasar el avance de la enfermedad mejorar el dolor y la función articular
Se desconocen con exactitud las causas del desgaste del cartílago, si bien no es hereditario, tiene un componente de riesgo genético que asociado a otros factores favorecen su aparición, como la edad (mayores de 50 años), obesidad, sedentarismo, alteraciones de postura, sexo (mujeres por menopausia. Hoy en día la actividad laboral gana importancia por los movimientos de repetición (peluqueras, albañiles) y sobre todo el deporte, los deportistas de élite tienen mayor riesgo de desarrollarla por los antecedentes traumáticos y el sobreuso y mucho antes de los 40 años.
Las articulaciones frecuentemente afectadas son las de la cadera, columna cervical y lumbar, rodillas y manos. Mantenerse activo, con peso saludable y algunos tratamientos pueden retrasar el avance de la enfermedad mejorar el dolor y la función articular, los objetivos del mismo son disminuir los síntomas y la discapacidad, mejorando la calidad de vida de los pacientes y su entorno, hoy los nuevos tratamientos nos permiten retrasar el avance y la necesidad de cirugía, se utilizan medicamentos como paracetamol, ibuprofeno, analgésicos antiinflamatorios; el sulfato de glucosamina y el condroitín sulfato estimulan la síntesis de matriz extracelular controlando dolor, los corticoides intraarticulares pueden ser eficaces en casos muy puntuales y sin patologías asociadas como la diabetes donde están contraindicados.
La fisioterapia en cambio, mantiene el movimiento, fortalece los músculos, aumenta la flexibilidad, reduce el dolor; la actividad física de baja intensidad y periódica es efectiva para todos. Los tratamientos conservadores como a aplicación de inyecciones de Ácido Hialurónico ayudan a aliviar el dolor y mejorar la amortiguación de la articulación. Las inyecciones de factores de crecimiento plaquetario intraarticulares tienen efecto analgésico antiinflamatorio y protector del tejido promoviendo la cicatrización, y ambos mejoran la calidad del líquido sinovial. Si los tratamientos conservadores no ayudan, se busca la mejor opción quirúrgica.
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